MITOLOGÍA MAYA
(POPOL-VUH) JUEGO DE PELOTA
Los mayas registraron en sus libros sagrados el mítico
enfrentamiento de dos hermanos en contra de seres del inframundo que buscaban
evitar "la luz universal". ¡Ese hecho era recreado al practicar este
deporte sagrado!
En el Popol Vuh, libro sagrado de los mayas, se relata que
en los lejanos tiempos de la creación del universo, dos hermanos, Hunahpú e
Ixbalanqué, representaban el lado luminoso del cosmos; ellos debieron
enfrentarse a los seres de la oscuridad en una pugna que fue resuelta mediante
la práctica del juego de pelota, en Chichén Itzá.
Los pueblos de habla quiché pertenecientes a la gran familia
lingüística mayanse crearon este voluminoso conjunto de relatos y mitos que, a
la llegada de los españoles, se integró en un libro que hoy conocemos como
Popol Vuh; ahí se dice que los hermanos divinos retaron a los dioses de la
muerte y bajaron al inframundo para realizar el deporte ritual conocido en la
lengua maya como pok a pok, el juego de pelota, que debía su nombre al curioso
sonido que producía la pelota contra los pisos y las paredes de las canchas, o
cuando los jugadores la golpeaban con sus antebrazos o sus caderas, según el
tipo de juego.
De acuerdo con el relato, Hunahpú e Ixbalanqué jugaron
denodadamente en el inframundo; su habilidad y la de los señores de la muerte
se mostraba en cada una de las difíciles jugadas que se ejecutaban; la pareja
de seres luminosos buscaba a toda costa la victoria, golpeando la pelota con la
cadera, lanzándola cada vez más lejos y a mayor velocidad. A su vez, los
engendros del inframundo respondían con destreza uno a uno los golpes de
pelota. El juego de pelota tiene un sentido iniciático; en efecto, los hermanos
serán sacrificados para más tarde transformarse en el Sol y la Luna de la época
actual.
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